miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡Gracias!



Se impone, en el último día de este año 2008, decir: ¡Gracias!


En el collage que armé (el primero que hago informáticamente en mi vida), no cupieron todos, pues el espacio es, en sus límites, traidor al corazón...


pero, ciertamente, en el collage del corazón y la mente hay mucha más gente que la que sale en estas fotos...


...en ese collage (el del corazón y la mente) hay gente de Mendoza, San Luis, Salta, Rodeo del Medio, San Ambrosio, Córdoba, Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, Bahía Blanca y San Juan. Gente de toda mi Argentina, y muchos de Chile, Paraguay, Bolivia, Italia, España, México, Uruguay, Angola, Mozanbique, Japón, Inglaterra, Estados Unidos y Holanda.


Gente que está y gente que ya partió...

...los que están cerca y los que están lejos, incluso, muy lejos...

...muchos, pero muchos jóvenes, niños, ancianos, sanos y enfermos...

...santos de cuerpo entero y pecadores de alma extraviada...


A todos (siéntanse incluidos todos, por favor), el ¡Gracias! que corona un año más y que, con esperanzas, se abre a lo que traerá el Señor del tiempo y la eternidad...


...sea lo que sea, te doy ¡Gracias!


Los bendigo en cada Eucaristía que será.


+julio sdb.


viernes, 19 de diciembre de 2008

Nos llamaremos "Salesianos"...


Mis queridos amigos:

El año 1859 fue especialmente importante para los proyectos de Don Bosco y la naciente obra de los Oratorios en Turín. El santo sacerdote hacía tiempo que venía dándole vueltas a la idea de fundar una congregación religiosa. Eran tiempos difíciles para tal empresa después de las leyes anticlericales promulgadas en Italia algunos años antes. Pero el consejo del propio ministro Ratazzi de fundar una sociedad que mantuviera los compromisos civiles de sus miembros y el apoyo de Pio IX - en la visita que el propio Don Bosco hizo al Santo Padre en 1858 - recomendándole que los socios se comprometieran con votos religiosos, dieron al director del Oratorio la orientación definitiva para su proyecto.

Años antes, Don Bosco fue poco a poco preparando el terreno. A sus mejores muchachos los fue orientando en el discernimiento vocacional y en la opción sacerdotal. Los clérigos Reviglio, Rua, Francesia, Cagliero…, jóvenes del oratorio que crecieron junto a Don Bosco, constituyeron el primer núcleo de la futura Congregación.

En 1852, Don Rua recoge en un acta la reunión tenida en las habitaciones de Don Bosco en la que el santo proponía a un grupo de jóvenes la práctica de algunos ejercicios de piedad semanales. Dos años más tarde, comprometía a cuatro de ellos en un “ejercicio práctico de caridad hacia el prójimo”. Desde aquel día, escribe Don Rua, “fue puesto el nombre de salesianos a los que se propusieron y se propondrán dicho ejercicio”.

Y así, en la sencillez de estas palabras, en la noche del 26 de enero de 1854, se plantaba la semilla de la Congregación Salesiana. Meses más tarde, Miguel Rua hizo votos privados ante Don Bosco.

El momento definitivo llegó en 1859. El 18 de diciembre, después de una semana de reflexión, acudieron a la habitación de Don Bosco para responder explícitamente a su propuesta. El acta de la fundación de la Congregación ha guardado celosamente los nombres de los que se comprometieron definitivamente con Don Bosco aquella noche: Don Vitorio Alasonatti, Don Angelo Savio; el diácono Miguel Rua; los clérigos Juan Bonetti, Juan Cagliero, Carlos Ghiravello, Juan Bautista Francesia, Segundo Pettiva, José Bongiovanni, Domingo Ruffino, Celestino Durando, Juan Bautista Anfossi, Antonio Rovetto, Francesco Cerruti.

Aquellos primeros “salesianos” se propusieron trabajar en “la obra de los oratorios con espíritu de caridad a favor de la juventud abandonada y en peligro”.

Tras la reunión de fundación, quedaba un largo camino para el reconocimiento de la Congregación y la aprobación de las Constituciones por la Santa Sede. Pero el momento del 18 de diciembre tiene la portada de los grandes acontecimientos. Quedará para siempre en la historia de nuestra familia como un momento fundante al que volver con el corazón agradecido y el compromiso de una constante y siempre creativa renovación carismática.

El 18 de diciembre de 2008 comenzamos un año el que celebraremos el 150 aniversario de la fundación de la Congregación Salesiana. Es una oportunidad para agradecer a Dios tanto don y ocasión propicia para un retorno a Don Bosco en el espíritu de aquellos primeros tiempos preñados de esperanza. La semilla, no nos cabe duda, ha fructificado el ciento por uno.

Buena semana.

Vuestro amigo,

José Miguel Núñez, sdb.

viernes, 12 de diciembre de 2008

"¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?"


Las palabras de María de Guadalupe a Juan Diego, son palabras que sosiegan, creo, cualquier corazón amante. El mío se serena con el recuerdo de las mismas.


La tierna historia de su visita a América, me eleva, año a año, a la confianza y la intercesión.


A la "Niña mía, Paloma mía, la más Bella de mis hijas", le canto en esta tarde el himno de Vísperas, con amor, confianza y gratitud:


Morenez de morena hermosura,

no nevado candor de jazmín;

sí amalgama, crisol que madura

nuestra sed del Amor, mar sin fin.


Ella es reina, nosotros vasallos;

ella es río, nosotros la sed;

ella estrella, nosotros los rayos;

ella nave, nosotros la red.


Sobre el surco del llanto, sus ojos,

sobre el hambre de Madre, su amor;

sus dos manos, un viento de rezos,

en la noche de América, sol.


Cuando el valle se viste de sombras

y el silencio es la voz del hogar,

te loamos, Señor, que te nombras

el Amor no agotado de amar. Amén.


¡Qué quede grabada, en todos los corazones que amo, la imagen que nos dejó el Señor y la Señora, en la tilma de Juan Diego!


Con la bendición.


+julio sdb.


jueves, 4 de diciembre de 2008

Desde 2003 hay cada vez menos jóvenes en la Secundaria


Según la Agencia Nova y a partir de un informe de Idesa, la propuesta de bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes pasa por alto las consecuencias asociadas a la decadencia de la educación pública, especialmente, en el nivel medio, señala un informe recientemente elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).

Según el estudio “en los últimos años se observa que, en un contexto de un intenso proceso de recuperación económica, la educación secundaria tiene cada vez menos alumnos y los niveles de calidad son sorprendentemente deficitarios. El problema de fondo es que la educación pública tiene muchos y enfáticos defensores, pero ningún responsable de sus sistemáticos fracasos”.

“Ante los justificados reclamos que genera la creciente inseguridad, se ha planteado en el debate público la idea de bajar la edad de imputabilidad para las personas involucradas en actos de delincuencia. La propuesta se basa en la evidencia de que una cantidad creciente de delitos son cometidos por jóvenes entre 14 y 18 años. Se supone que aumentando las penas, los jóvenes se sentirán desalentados a cometer ilícitos”, agrega el trabajo elaborado por Idesa.

Seguidamente, el informe se pregunta: “¿La delincuencia juvenil es fundamentalmente un problema asociado a la falta de castigos o a la falta de oportunidades? Un primer elemento a indagar es la situación de la educación secundaria, ya que se trata del principal motor de oportunidades para el desarrollo personal de los jóvenes”
.

Luego, indica que “en términos cuantitativos, según datos del Ministerio de Educación de la Nación se puede observar que:

En 1997 la matricula total de la educación media era de 2,46 millones de alumnos y sube hasta llegar en el 2002 a 2,79 millones de alumnos.

Luego la matricula muestra un comportamiento descendente que se prolonga hasta el año 2006 cuando llega al mínimo de 2,72 millones de alumnos.

La caída se produce en la escuela pública que se reduce desde 2,0 millones en el 2003 a 1,93 millones de jóvenes en el 2006, mientras que en las escuelas privadas aumenta, aunque absorbiendo menos de un cuarto de la perdida en el sector público.

En el 2003 la caída de la matricula en la secundaria puede ser explicada por los efectos sociales de la crisis del 2002. Sin embargo, este argumento no se sostiene para los años subsiguientes cuando el país transitó un vigoroso proceso de recuperación económica. Si, además se incorporaran a los análisis variables cualitativas –esto es, cuánto aprenden los jóvenes en la educación media– el panorama sería aún más desolador. Esto lleva a enfatizar que un problema central por sus connotaciones económicas, sociales y sobre la delincuencia es la decadencia del sistema educativo.

“Paradójicamente, el periodo que transcurre entre el 2003 y el 2006 ha sido prolífero en leyes educativas. El Congreso de la Nación sancionó cinco: Ley de Fondo Nacional de Incentivo Docente, Ley de Garantía de Salario Docente, Ley de Educación Técnico Profesional, Ley de Financiamiento Educativo y, más reciente, Ley de Educación Nacional. Estas normas son exuberantes en fijar objetivos y fueron enmarcadas en discursos y rituales con encendidas defensa de la educación pública. Se llegó a la ironía de que mientras la matricula muestra una tendencia descendente, en la Ley de Educación Nacional estableció, entre otros preceptos, que la educación secundaria en Argentina es obligatoria”
, señala el Idesa.

Al respecto, indica que “el período también ha sido prolífico en conflictos gremiales. Una particularidad es que en los reclamos gremiales (que frecuentemente implican pérdidas de días de clase) subyace también la argumentación de que son motorizados por la necesidad de proteger la educación pública. Las normas que viene sancionando el Congreso hacen una contribución destacada en favor de exacerbar la conflictividad. Mientras la gestión de las escuelas sigue estando a cargo de las Provincias, los recursos y la influencia sobre las discusiones salariales se concentran cada vez más en el ámbito nacional”.

“La educación pública tiene muchos defensores, pero ningún responsable de la mala gestión. Formalmente, la Constitución Nacional contempla que son los gobiernos provinciales los responsables de la administración de la educación básica y, para ello, cuenta con los recursos de la coparticipación de impuestos”, indica el informe.

También, sostiene que “la realidad es que el Congreso, por acción y omisión, ha llevado la centralización de recursos y la influencia nacional a niveles extremos y violatorios de las reglas constitucionales. La superposición de reglas de juego irracionales genera el terreno propicio para que muchos sectores pujen explícitamente para aparecer como los más enfáticos defensores de la educación pública, pero luego eluden solapadamente sus responsabilidades en el contundente fracaso”.

“Esta situación tiene analogías con la reforma previsional que se trata en el Congreso. Al igual que con la educación pública, el régimen de reparto tiene enfáticos defensores, pero nadie se hace cargo de la estafa que sufren muchos jubilados actuales que están cobrando un haber muy por debajo del que correspondería si se cumpliera con el precepto constitucional de la movilidad”, se indica.

Por último, el Idesa señala que “obviamente, tampoco habrá responsables cuando los jubilados futuros sufran las consecuencias de que sus ahorro previsionales fueron desviados para financiar 1,8 millones de beneficios otorgados, a través de las moratorias, a personas que no hicieron los aportes que fija la ley”. (http://www.agencianova.com/)