Mis queridos amigos:
La preocupación por las misiones en países aún por evangelizar fue siempre una constante en la mente y en el corazón de Don Bosco. Desde muy joven, siendo seminarista, manifestó una especial inquietud por llevar el Evangelio a los pueblos donde no había llegado la luz de Jesucristo.

El 11 de noviembre conmemoramos el inicio de las misiones salesianas. Hace 133 años comenzó a hacerse realidad el sueño misionero de Don Bosco. Hoy, tanto tiempo después, la familia salesiana sigue abriendo fronteras en los últimos confines del mundo. La caridad pastoral de Don Bosco late en el corazón de tantos misioneros y misioneras que entregan su vida por amor, anunciando de forma creíble la buena noticia liberadora de Jesucristo. Fruto de esta mística, damos gracias a Dios por la santidad de muchos de nuestros hermanos. Luis Versiglia y Calixto Caravario, primeros mártires salesianos en China cuya fiesta celebramos el día 13, son un compromiso para el impulso misionero de toda la familia salesiana. La reciente beatificación en Argentina de Ceferino Namuncurá, indio mapuche que conoció a los primeros salesianos que llegaron a aquellas tierras, nos recuerda que la propuesta educativa salesiana es un camino de santidad juvenil al alcance de todos los que quieran, como Don Bosco nos enseña, dejarse conducir por el Espíritu. El impulso carismático y misionero de nuestra familia es hoy un estímulo y un compromiso pastoral para todos nosotros.
¡Avivemos la llama!
Buena semana.
Vuestro amigo, José Miguel Núñez sdb*.
(*Tomado del Blog de este hermano salesiano de España)