Cada vez que sonríes se dibuja en tu cara la silueta de una copa, de un cuenco sobre el que se vierten tu gozo y contento. Cada vez que alguien te ve así, sonriendo, es como si se acercase al altar de tu boca y bebiese de esa alegría que se derrama en el cáliz de tu sonrisa.
La sonrisa es ofrenda sagrada, regalo divino, presente humano.
La sonrisa es energía y expresión de la vida, de la vida en plenitud y gozo.
La sonrisa es la puerta que te adentra en lo mejor de los otros y es la llave que abre el cofre de tu alegría.
La sonrisa es herramienta y obra de la pedagogía del corazón, de una educación centrada en el amor y envuelta en el humor.
Hna. Albina Moreno, nsr.